Kamaal Williams, un viaje cósmico a través del sonido
Escrito por admin el 18 septiembre, 2019
Por Iñaki Durán.
Que difícil es sentarse a explicar en palabras a Kamaal Williams, y todo lo que te hace sentir. Que complicado es a veces este trabajo de tratar de entender la música, pero por alguna razón lo sigo haciendo. Lo sigo haciendo porque alguien, que no sea una maquina buscando algoritmos, lo tiene que hacer. Alguien nos tiene que dar ese costado humano con el cuál necesitamos sentirnos relacionados, o no.
Nunca vi en vivo y en directo el despegue de un cohete al espacio, pero he visto miles de videos, en donde me fascino por el poder de una máquina creada por el hombre que tiene como único objetivo llevarnos afuera de nuestro planeta. Y creo que este es el mejor ejemplo para tratar de acercarme a una explicación más o menos acertada de lo que es la música de Kamaal Williams.
Pero para el que todavía no conoce este nombre, le cuento que es un músico y productor británico-taiwanés, que también juega las veces de DJ de música electrónica bajo el nombre de Henry Wu. Desde muy chico comenzó a hacer música y a experimentar con otras artes como la caligrafía y el graffitti. A punto de abandonar la música en el 2012, la vida lo llevaría a conocer a Yussef Dayes (otro tremendo músico) para así grabar años más tarde “Black Focus” con su proyecto Yussef Kamaal, y así ganarse el respeto y la adulación de una industria que estaba ansiosa por dar con los nuevos sonidos del jazz. Años más tarde lanzaría su disco debut “The Return” y el resto es historia. Hoy es sin dudas uno de los músicos más festejados de esta nueva ola del jazz británico y europeo.
Pero volviendo al show en vivo, desde que arrancó hasta que terminó me sentí viendo el despegue y la puesta en órbita de un bólido sonoro que a través de todo ese proceso te hace sentir mil cosas. Calma, excitación, euforia, introspección, alegría, bienestar… tu cuerpo simplemente flota, no hay gravedad pero aún estamos en la tierra, aunque pareciera que no. Acordes sueltos, ataques percusivos, y una progresión constante orquestada por el mismísimo Williams pero también por la confianza de él en sus músicos: Rick Leon James, Childo Fregulus y Tonez Times. Juntos son la tripulación de un cohete que te lleva a un lugar mejor, nuevo, inexplorado, necesario.